Creando condiciones óptimas para evitar la pudrición de raíces

Aunque la pudrición de raíces es más común en plantas de interior, los árboles y arbustos también son susceptibles.

La pudrición de raíces es una enfermedad que las va debilitando y puede propagarse muy rápido por toda la zona de un jardín si no se atiende pronto, desde árboles y arbustos hasta otros tipos de hierbas. Por suerte, es algo fácil de detectar y que puedes controlar hasta cierto punto.

Aunque una vez que la raíz de una planta se pudre y no puedes ‘curarla’, hay algunos pasos que puedes seguir para reducir el riesgo de que esta enfermedad invasiva destruya un jardín. Aquí te decimos cómo puedes manejarla.

¿Por qué aparece la pudrición de raíces?

Para que la fea pudrición de raíces comience a asomarse, el jardín necesita tres cosas. Conocido como el triángulo de la enfermedad, tus plantas son más susceptibles cuando hay:

• Un patógeno de pudrición de raíces - Phytophthora spp. y Armillaria Mellea son los más comunes
• Un huésped susceptible - Plantas estresadas en particular
• Las condiciones ambientales adecuadas

El patógeno comienza en el suelo, buscando un huésped. Puede esperar un tiempo en el suelo hasta encontrar una planta vulnerable, volviendo a los patógenos mismos casi imposibles de eliminar de una zona infectada.

Las primeras señales de la pudrición de raíces aparecen como árboles o arbustos en el jardín volviéndose color marrón. Algunas plantas incluso pueden morir antes de que puedas quitarlas.

Aunque los patógenos son los que causan todo el daño, atacarlos no es una manera segura de reducir el riesgo de la pudrición de raíces. Es mejor enfocarse en los otros puntos del triángulo: el huésped y el ambiente, al lidiar con la pudrición de raíces.

Reduce el estrés en árboles y arbustos

Las plantas pueden estresarse cuando:

• No se plantan correctamente
• Se riegan demasiado o no lo suficiente
• Reciben muy poco sol
• Se fertilizan en exceso
• Se plantan en un suelo con la acidez incorrecta

Cada uno de estos problemas puede remediarse fácilmente, pero puede que no sea hasta que una planta muestre señales de estrés cuando te des cuenta de que algo anda mal. Cuando una planta siente estrés, puedes ver signos de:

• Madera muerta
• Hojas escasas o marchitas
• Ramas caídas o corteza muerta
• Cuerpos de hongos en la planta
• Brotes o chupones también conocidos como escoba de bruja

Para reducir el estrés, asegúrate de haber plantado en el lugar ideal según las necesidades culturales de la planta. Este lugar también debe tener espacio suficiente para que las raíces se extiendan. Para un árbol bajo estrés, asegúrate de que el ensanchamiento de las raíces esté al nivel del suelo o ligeramente por encima.

Si necesitas trasplantar una planta estresada a mejores condiciones, asegúrate de solo cubrirla ligeramente para asegurar un buen flujo de aire a las raíces.

Las plantas estresadas no son las únicas más susceptibles a la pudrición de raíces. Los árboles y arbustos más jóvenes también corren un mayor riesgo, ya que sus raíces son más blandas. Sus defensas naturales tampoco son tan fuertes aún, haciéndolas más vulnerables. Sin embargo, plantar plantas jóvenes en condiciones ideales puede reducir su riesgo.

Crea el ambiente adecuado

Cualquier ambiente desbalanceado puede incrementar el riesgo de la pudrición de raíces. Es por esto que realizar un análisis de suelo es tan importante antes de plantar. Saber con qué estás comenzando permite realizar cualquier reparación de suelo antes de plantar plantas vulnerables.

Las condiciones ambientales que pueden aumentar el riesgo de la pudrición de raíces incluyen que el suelo sea muy ácido o muy alcalino y un nivel de agua demasiado alto. Esto puede ocurrir si el suelo drena mal, especialmente en zonas bajas compuestas principalmente de arcilla o tierra compacta. Para controlar el riego, puede que necesites instalar un controlador inteligente al sistema de riego existente o mejorar el drenaje.

Balancear la composición del suelo con ayuda de un análisis del mismo es el primer paso. Ajustar los niveles de riego o drenaje para adaptarlos al espacio resolverá el segundo problema.

Añade diversidad de plantas

Otra manera de reducir el riesgo de que la pudrición de raíces se extienda por una zona de jardín es diversificar la vida vegetal. Muchas enfermedades favorecen más a unas variedades específicas de plantas que a otras y una selección diversa de árboles y arbustos aportará al jardín una mayor resistencia de manera natural.

Algunas de las variedades de árboles particularmente más atacadas por la pudrición de raíces son los robles, las hayas, los cornejos y los árboles frutales, mientras que los arbustos perenne de hojas pequeñas son menos propensos a tener problemas. Puedes consultar a un asociado de una sucursal local de SiteOne cercana para que te ayude a identificar las mejores opciones locales para diversificar tu jardín.


Quita las plantas enfermas

Incluso en las condiciones más óptimas, si una planta llegara a sucumbir ante la pudrición de raíces, debes quitar completamente a esta planta enferma y moribunda. Esto incluye cualquier tocón, si estás lidiando con la pudrición de raíz de un árbol y todas las raíces de la planta afectada. Dejar alguna parte incrementará las posibilidades de que las raíces de alguna otra planta del jardín se pudran también.

Dale a tu jardín las mayores probabilidades de mantenerse saludable

Atender las enfermedades comunes como la pudrición de raíces antes de que sucedan significa ser considerado e intencional al crear cualquier zona de jardín. Para más consejos y todos los materiales esenciales, SiteOne está aquí para ayudar. Visítanos hoy mismo en SiteOne.com y en nuestra app móvil.