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Los 10 errores más comunes en el riego


Evita los errores más comunes en irrigación para garantizar sistemas eficientes y confiables y clientes satisfechos.

4 de diciembre de 2024

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Instalar un sistema de riego es uno de los servicios más valiosos que puedes ofrecer como jardinero profesional y contratista. Un sistema bien diseñado e instalado correctamente no solo mantiene los jardines saludables, sino que también garantiza que el agua se use de manera eficiente. Sin embargo, incluso los jardineros experimentados pueden cometer errores costosos que conducen a un uso ineficiente del agua, estrés de las plantas y clientes insatisfechos. Evitar estos errores comunes puede ayudarte a ofrecer instalaciones de primera calidad en cada trabajo.


1. Diseño deficiente del sistema

Diseñar un sistema de riego sin considerar las necesidades específicas del jardín es un gran error. Cada proyecto es único y tiene requisitos diferentes basados en factores como el tipo de suelo, las variedades de plantas, la exposición al sol y la pendiente. No prestar atención a esto podría provocar riego excesivo, riego insuficiente o cobertura desigual. Tómate el tiempo para evaluar el sitio a fondo y crear un diseño personalizado que garantice una distribución óptima del agua.

Consejo: utiliza la zonificación para separar diferentes áreas según sus necesidades de riego. Agrupa las plantas con requisitos de agua similares para maximizar la eficiencia.


2. Ignorar la presión y el caudal del agua

Muchos jardineros pasan por alto la importancia de adaptar el diseño del sistema de riego a la presión y el caudal del agua de la propiedad. Si el sistema no está calibrado correctamente, puede provocar que los cabezales de los aspersores no funcionen correctamente, que la distribución del agua sea desigual o incluso que el sistema falle.

Consejo: mide la presión y el caudal del agua antes de la instalación. Estos datos te servirán de guía para seleccionar el equipo adecuado y evitar problemas de rendimiento. Prueba un controlador como el Hunter Wi-Fi Smart Controller para integrar los datos meteorológicos locales y realizar ajustes en el cronograma de ahorro de agua.


3. Colocación incorrecta de los aspersores

Colocar los aspersores demasiado cerca, demasiado separados o en ángulos incorrectos puede crear puntos secos o áreas con exceso de agua. Esto puede estresar a las plantas y desperdiciar agua. Los aspersores deben colocarse de manera que se garantice una cobertura adecuada de un aspersor a otro, es decir, que el agua rociada de un aspersor llegue al siguiente.

Consejo: sigue las pautas del espaciado del fabricante y ajusta las ubicaciones según sea necesario para garantizar una cobertura completa del área objetivo. Consigue algunas banderas y cinta para marcar para asegurarte de que los aspersores estén espaciados adecuadamente.


4. No ajustar las áreas de sol y sombra

Las diferentes partes de un paisaje tienen una exposición a la luz solar variable, lo que afecta la cantidad de agua que necesitan. Un error común es usar el mismo programa de riego para todas las zonas, lo que puede provocar un exceso de riego en las áreas sombreadas y una falta de riego en las áreas soleadas.

Consejo: ajusta los programas de riego y la producción en función de la exposición al sol de cada zona. Utiliza el riego por goteo para los canteros de plantas en áreas sombreadas para conservar agua y evitar la pudrición de las raíces. Los controladores y temporizadores para exteriores que funcionan con energía solar son la solución perfecta para aprovechar el sol y evitar una exposición excesiva al sol.


5. Instalación inadecuada de dispositivos antirreflujo

Los dispositivos antirreflujo son fundamentales para proteger el suministro de agua de tu cliente contra la contaminación. Una instalación inadecuada o la ausencia de un dispositivo antirreflujo pueden provocar riesgos para la salud y posibles problemas legales.

Consejo: consulta siempre las normativas locales sobre prevención de reflujo y asegúrate de que esté instalada correctamente, siguiendo las instrucciones del fabricante y los códigos locales. Los dispositivos antirreflujo como los de Wilkins y FEBCO pueden ayudar a reducir el riesgo de contaminación y los riesgos para la salud.


6. No probar el sistema antes de terminar

Una vez que se instala el sistema, es tentador dar por terminado el trabajo. Sin embargo, no realizar una prueba exhaustiva puede hacer que se pasen por alto problemas que causen problemas más adelante. Los cabezales de los aspersores pueden estar desalineados, las zonas pueden funcionar mal o puede haber fugas que no eran visibles inicialmente.

Consejo: Prueba siempre todo el sistema antes de terminar el trabajo. Verifica que la cobertura sea uniforme, que todas las zonas funcionen correctamente y que no haya fugas ni problemas de presión.


7. No tener en cuenta el crecimiento futuro

Los jardines son dinámicos; las plantas crecen y evolucionan con el tiempo. Un error común es no tener en cuenta el crecimiento futuro al colocar los componentes de riego. Los arbustos y los árboles pueden llegar a bloquear los patrones de rociado, lo que hace que el sistema sea ineficaz.

Consejo: Anticipa el crecimiento futuro ajustando la ubicación de los aspersores y seleccionando cabezales que se puedan modificar o ampliar fácilmente a medida que el jardín crece y madura.


8. Profundidad y protección inadecuadas de las tuberías

Instalar las tuberías demasiado cerca de la superficie o no protegerlas de posibles daños puede dar lugar a costosas reparaciones en el futuro. Las tuberías poco profundas son susceptibles de sufrir daños a causa de las cortadoras de césped, el tráfico peatonal o las condiciones climáticas extremas.

Consejo: entierra las tuberías a la profundidad recomendada y utiliza materiales de protección, como fundas, en áreas de mucho tráfico para evitar daños.


9. Configuración incorrecta de los horarios del controlador

Configurar el controlador puede ser confuso y los errores pueden perjudicar todo el sistema. Los horarios incorrectos pueden provocar riego excesivo, riego insuficiente o desperdicio de agua durante los episodios de lluvia.

Consejo: tómate el tiempo necesario para programar el controlador correctamente y configura horarios que se adapten a las necesidades específicas de cada zona. Considera instalar un controlador inteligente que se ajuste en función de las condiciones climáticas.


10. Saltarse la capacitación sobre mantenimiento para los clientes

Una vez que el sistema está instalado y funcionando sin problemas, tu trabajo no está del todo terminado. Los clientes deben comprender el mantenimiento básico para mantener el sistema funcionando de manera eficiente. Saltarse este paso puede provocar un mal uso, reparaciones descuidadas y, en última instancia, insatisfacción.

Consejo: Ofrece a los clientes un breve tutorial o guía sobre cómo operar y mantener su sistema de riego. Ofrece servicios de mantenimiento para mantener el sistema en óptimas condiciones.


Conclusión

Evitar estos errores comunes puede mejorar la calidad de las instalaciones de tu sistema de riego y generar mejores resultados para tus clientes. Un sistema de riego bien instalado es un testimonio de tu experiencia y atención a los detalles, lo que garantiza que los jardines permanezcan hermosos, saludables y con un uso eficiente del agua. 

Al invertir tiempo en una planificación, pruebas y educación del cliente adecuadas, te ganarás la reputación de ofrecer soluciones de riego de primera categoría que resistan el paso del tiempo.

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